miércoles, 4 de agosto de 2010

La ciudad sin ley

¡Hola a todos!

Siento haber tardado tanto en escribir. Una de las características más famosas de China es la eficiencia y el estudio y con razón. En éste curso de cinco semanas estamos estudiando una lección por día, es decir, unas 20 o 25 palabras diarias. Para los poco entendidos en el idioma chino os diré que eso supone mucho estudio y, a pesar de todo, hay mucho que no se retiene.

A consecuencia de lo mencionado no estoy haciendo turismo y a penas salgo de la biblioteca. Pero eso no significa que no haya detalles de la vida cotidiana que no pueda comentar. Pronto os contaré que tal en el Palacio de Verano y otras cosas que he hecho estos días. Hoy os voy a contar una de las características más bellas, para mi, de la cuidad de Pekín.



Las calles de Pekín son una mezcla entre armonía y caos. Al menos en mi zona, la gente camina por donde quiere, no se respetan los semáforos ni las señales principales de circulación como la dirección obligatoria y demás. ¿Qué supone ésto? Que un peatón no tiene que preocuparse de por dónde camina, puede cruzar sin mirar al semáforo y estar tranquilo porque nadie le va a llamar la atención. Por su parte los vehículos no se cortan ni media y no es poco común ver coches circulando por el carrilbici. Este sería el paraíso de la Guardia Civil... se iban a poner las botas. Peor aquí ninguno de estos actos supone represalias, al menos hasta donde yo he visto.

¿Por qué armonía y caos? Caos porque no hay nada realmente definido. No significa que puedas ir robando coches ni rompiendo cosas, evidentemente, pero las leyes menores son flexibles y nadie se enfada porque la infrinjas. Armonía porque no hay enfados. No he visto, hasta la fecha, gente discutiendo en la calle, coches pitando, policías enfadados... nada.

Hay que tener muy claro dónde terminan nuestras libertades, eso es evidente. Aquí hay muchos reparos en el contacto físico y a nadie le gusta que se toquen sus cosas. Se toman muy a mal que toques a sus hijos y si tienes algún choque con alguien o ves a un niño caerse, lo mejor es ignorar y seguir adelante. Generalmente la gente no espera que les escuches ni que hagas nada por ellos. En cambio todos se muestran muy simpáticos y atentos si les pides ayuda para encontrar una dirección o por cualquier otro motivo.

Otro detalle que contribuye a ese pequeño "caos" es que hay libertad de apariencias. La gente no tiene una excesiva preocupación por el aspecto físico (menos mal) ni por dar una imagen. Salvo los pocos afortunados que van en coches elegantes y caros, la gente no lleva trajes. Lo más habitual es ver a las personas vestir la misma ropa día tras día. Y no parece que nadie tenga vergüenza para hacer lo que le apetece. Por ejemplo, en el campo de deportes de la universidad la gente va a dar vueltas al rededor del campo de futbol, a pasear, hacer futing o a poner en práctica sus ejercicios. Hay unas señoras a las que veo a diario caminar hacia atrás. Luego, por ejemplo, hay un señor que camina por el campus dando palmas. Y como esos ejemplos, cientos.

La ventaja a mi juicio es que nadie mira mal los actos de los demás y se puede dar libre albedrío a las extravagancias. Personas como yo, sin gusto para la moda, con costumbre de llevar mochila, ir sin maquillar y pegar carreras de pronto en paseos habituales, podemos sentirnos realmente libres.

Otros que, contra la perspectiva europea, se sienten realmente libres son los gatos. Por todo el campus hay gatos bien alimentados y adorables que no tienen miedo alguno a las personas. Si no fuese porque conozco la cultura china, diría que son como las vacas de la india: los tienen endiosados. No me refiero a que los adoren sino a que no parecen querer tocarlos. Hoy me he encontrado a un gato en la biblioteca. Se iba acercando a distintos estudiantes y se tumbaba en sus apuntes y NADIE le apartaba. Una chica se quedó un rato sin estudiar hasta que el gato decidió abandonar el teclado de su ordenador. Luego vino un rato a hacerme compañía.





En definitiva, me encanta la flexibilidad que ofrece esta ciudad en el día a día y ahorrarnos el estrés que supone una ley demasiado rigurosa. Y a todos aquellos que tenéis información contradictoria con China sólo les diré que yo lo que estoy contando lo cuento desde ésta perspectiva. Para eso estoy yo ^__^

Fotos y más historias vendrán pronto.

¡Feliz día!

树诗雨

2 comentarios:

  1. *O* Que genial!!!!!! Gatitos en la biblio!!! xDDDDD Doy por hecho que no es sustitutivo, pero supongo que tenerlos tan cerca te gustará, estando tan lejos de Nirvi..... :S

    Besitos!!!!

    Baby let me love ya, love ya, love ya~~!!!

    ResponderEliminar
  2. Siempre es agradable tener gatitos cerca ^__^ además me gusta mucho que puedan moverse libremente sin que nadie venga a darles palos para que se vayan de la biblio (que es fácilmente lo que habrían hecho en España...).

    ResponderEliminar