miércoles, 9 de febrero de 2011

Vuelve el Invierno

El despertar de Pekín desde mi ventana.

Se acabó la fiesta de Primavera. Los fuegos artificiales cesaron y tiendas y restaurantes abren sus puertas de nuevo. La gente vuelve al trabajo y sólo los estudiantes disponemos de una semana más para preparanos para la vuelta a clase. El tiempo atmosférico parece unirse a la depresión postvacacional. Termina la fiesta de Primavera y vuelve el invierno. Anoche pude percibir los primeros copos de aguanieve y esta mañana Pekín se ha despertado de color blanco. Las temperaturas que habían alcanzado ya los 10º, han caído en picado y hemos descendido esta noche a los -7º con vistas a llegar a intervalos de -13º/3º y -11º/0º en lo que resta de semana. Es un regreso absoluto al crudo invierno de Pekín sin horizonte a la vista, según las predicciones de TuTiempo.net que suelen ser bastante acertadas.

Veamos el lado positivo de ésta nevada y de este frío repentino: las ganas de salir de la residencia son pocas y la oportunidad de estudiar sin distracciones es mucho más fuerte y esto en mi caso es una bendición: hay mucho vocabulario que repasar y muchos caracteres que estudiar; el día 21 tendremos la prueba de nivel de chino y necesito entrar en el nivel C1

Deseadme suerte ^_^ ¡Feliz día!

lunes, 7 de febrero de 2011

Festa de Primavera

Estamos llegando al fin de la semana de año nuevo. Desde el día 3 de Febrero por la mañana
hasta hoy ha habido representaciones y ambiente festivo en distintos lugares como el Templo delCielo. Vendían mucha comida por los jardines, los niños estaban disfrazados de distintos trajes
tradicionales de China y todos podíamos comprar en las tiendas complementos decorativos para
la cabeza, algunos supuéstamente tradicionales y otros
símplemente eran orejas de conejo (por alusión al año del conejo). A mi, una compañera cubana y un compañero ruso, nos invitó a ir una vecina que tenemos que es china pero que ha vivido en EEUU durante más de 20 años y está aquí en calidad de extranjera. Fumos al Templo del Cielo. Llegar hasta allí desde la universidad en la que vivo ahora, no es tan fácil. Para acelerar y no llegar demasiado tarde, cogimos un taxi hasta la puerta del metro que fueron 10元 y luego en el metro hicimos un trasbordo. Nos llevó en total unos 45 minutos llegar.

El Templo del Cielo estaba abarrotado de gente, pero a penas había turistas (supongo que casi nadie tiene el valor de venir de turismo a Pekín con las temperaturas que se soportan en invierno).
Pudimos entrever la representación de una obra sobre un emperador de la dinastía Qing. Había mucha gente pero básicamente el emperador llegaba, se quedaba de pie y observaba a los que deduzco que eran soldados hacer una especie de danza.


Después nos dimos una vuelta por el templo (que ya describí en el post Templo del Cielo y que he modificado para introducir información nueva que aprendí en esta ocasión).

Pasamos por el "edificio del eco" y ésta vez sí que conseguimos comunicarnos de una pared a otra. Allí encontramos también un pintoresco grupo de extranjeros pekineses que habían comprado orejas de conejo y se sacaban fotos con todo el mundo.


A la hora de comer fuimos a un pequeño puesto. Yo pedí unas salchicas que son como los perritos calientes de china (sin pan) a 4元 cada una y que estaban muy ricas. Tambien comimos unos noodles de carne que vienen en bote y los calentaban en el puesto. Costaban 6元.

Yo me tuve que sentar, por costumbre (no me gusta comer de pie), en un árbol, pero mis compañeros comieron de pie y comentaron este hecho como una graciosa coincidencia de costumbres de los países comunistas. Me gusta pararme a pensar en la diversidad de culturas y las cosas que nos unen a todos los que vivimos en Pekín, tanto pekineses como extranjeros y nativos de otras provincias.

Finalmente volvimos a casa con la caída del sol. Fue otra ruidosa noche de fuegos artificiales y petardos, que han ido disminuyendo de intensidad pero no han parado hasta el día de hoy. Veremos si hoy nos dejan descansar temprano...

miércoles, 2 de febrero de 2011

¡Demos la bienvenida al año del conejo con ruidos y colores!

~~~新年快乐~~~

Al principio del día 2 de febrero pensábamos que había estallado la guerra pero pronto salimos del sopor del sueño del recién despertado comprendimos que en realidad se trataban de miles de petardos, fuegos artificiales y otros artilugios de diversión cargados de pólvora.

Durante el día no se pudo hacer nada, la ciudad estaba parada. Tiendas, restaurantes y demás estaban cerrados y sólo los vigilantes de seguridad de turno y las franquicias extranjeras permanecieron abiertas (como el Ikea que me salvó la vida a la hora de comer). Y los ruidos que inundaban la calle no eran nada en comparación con lo que estaba por venir, aunque eso yo no podía imaginarlo. De lo que no cabía duda era de que se palpaba en el aire el sentimiento de festejo.

A las 4 estábamos listos para salir a cenar a casa de la profesora que nos había invitado. Tardamos casi 45 minutos de autobuses porque ella vive más allá del quinto anillo. Las carreteras estaban tranquilas, no había tráfico de tal manera que los pocos conductores y viandantes respetaban las normas de circulación.

Cuando llegamos nos recibió una familia normal, casera. Los tres (madre, padre e hijo) estaban vestidos en ropa cómoda, de andar por casa. Mientras la profesora preparaba la cena, ayudamos al padre a decorar la casa. Luego ayudamos a la madre a preparar unos 水饺 shui jiao (como raviolis).

El ruido iba aumentando según se acercaba la noche y tras caer el sol los fuegos artificiales eran ensordecedores. Corrimos a la ventana para ver los del patio de la comunidad. Y vimos como ardía un gran arbusto en llamas, que por suerte fue extinguido. Muchos fuegos como ése nacieron ayer por la noche.

Me explicaron que, según la leyenda, había un monstruo que devoraba a luna y que provocaban fuego estridente de color rojo para ahuyentarlo, dando origen a los fuegos artificiales.

A las 8 todo el mundo enciende la televisón. Nosotros estuvimos viendo la CCTV1 en la que había el que se considera el espectáculo más importante de todo el año. Lo que me decepcionó un poco es que el espectáculo estaba complétamente preparado y se notaba a la legua que todo era un playback constante, que no hablaban ni los presentadores y que los acróbatas llevaban hilos invisibles para no caerse. Para mi eso mata mucho la magia.

A todo esto ya estábamos cenando. Se preparan varios platos, siempre de número par (sin incluir la sopa), es decir: 2, 4, 6 u 8 platos distintos, y en el día de año nuevo se debe comer siempre pescado porque trae suerte. Se ponen en el centro y vamos picando de ahi. Nosotros tomamos pez (no digo pescado porque la manera en que lo sirven aquí -entero- sólo me insta a llamarlo pez), los shui jiao que estaban riquísimos, carne de vaca, unas verduras y algo parecido al tofu. Estaba todo riquísimo. Luego, entre los shui jiao había uno con una bolita que es como el juguete del roscón de reyes: a quien le toque le da suerte.

Volvimos a la residencia bastante temprano. A las 11 el padre nos llevó en coche y a esa hora las calles ya eran una marea de pólvora. Me pudo la emoción y a los cinco minutos de llegar volví a salir a la calle con mi cámara de fotos. Traté de grabar la impresión, la maravilla, el impacto, la emoción que viví ayer por la noche... pero creo que la mala calidad de los videos no van a lograr haceros llegar esta marabunta de emociones... De todos modos aquí os los dejo.

(Sobre los videos: los primeros son desde la casa de mi profesora y apenas se ve nada. He colgado todos, hay alguno en el que se ve bastante bien lo que intento transmitiros: los cientos de focos de fuegos artificiales que había y cómo estaban al alcance de nuestra mano, del viandante, no allá a lo lejos como siempre los hemos visto -al menos en mi caso-. Mirad los que queráis y otead la maravilla del día de año nuevo en Pekín)