lunes, 13 de diciembre de 2010
Amabilidad falsificada
miércoles, 22 de septiembre de 2010
中秋快乐! ¡Feliz Equinocio!
martes, 7 de septiembre de 2010
Septiembre y su burocracia
viernes, 27 de agosto de 2010
Templo del Cielo
Aquí tenéis un ejemplo de un caracter complicadísimo dibujado con un chorro de agua. Impresiona, ¿eh?
martes, 24 de agosto de 2010
Fomentando tópicos
La televisión china tiene una peculiaridad. La tele, las películas, series, canciones, ya sean extranjeras o chinas, estan subtituladas casi siempre. Eso para mi facilita mucho las cosas porque entender no entiendo nada pero el chino escrito lo leo bastante bien. Y deduzco que para ellos ocurre igual. China es tan grande y tiene tantísimos dialectos que a su vez tienen tantísimas pronunciaciones distintas que la única manera que tienen de entenderse yo creo que es a través del chino escrito que es casi igual en todas partes. Y recalco casi porque me temo que hay zonas en las que aún usan el chino tradicional. Eso sí que es complicado...
sábado, 14 de agosto de 2010
Palacio de Verano
Al final pude ir y fui al palacio de verano, el viejo. Qué maravilla de lugar. Desde la universidad nos encontramos un buen grupo de personas de varias nacionalidades, a saber: varios estadounidenses, un italiano, dos suizos, dos rusas, una coreana y otro español. El grupo era grande y agradable, se respiraba buen ambiente. Cogimos un autobús que llevaba directamente desde la universidad hasta el palacio (una de las puertas que tiene porque es gigantesco). Ya desde la calle encontramos detalles pintorescos como esos señores y señoras que recogían las botellas de plástico de las papeleras. Si les dabas una o varias se ponían muy contentos así que yo fui guardándome las botellas que iba acabando y cuando me encontraba a alguno se las daba.
Tuvimos que pagar 60元 por la visita completa (existía la posibilidad de pagar menos pero ver menos cosas, claro). Es que, cada vez que entrabas en una zona diferente te picaban la entrada. Había 6 zonas y 6 espacios para picar.
Lo cierto es que sin un guía es difícil entender para qué sirve cada uno de los espacios. Entendemos que es un palacio con un jardín muy grande, como suelen ser los jardines de los palacios, y que tiene distintas secciones. No es como los palacios europeos, al menos no como los que yo he visto, que son un gran edificio central y alrededor el jardín. Eran muchos edificios separados por puertas y muros cada uno con su propio jardín. La arquitectura de los edificios es la más famosa de China, la que todos conocéis. Pero mejor os lo enseño en imágenes ^__^
Caminamos durante muchas horas con la fortuna de un día azul y soleado. Recorrimos cada zona y acabamos exhaustos y con más ganas de agarrar la cama que los libros.
Algo que sí me llamó la atención a la salida fueron las bicicletas. Bueno, ya comenté que aquí todo el mundo lleva bicicleta pero, ¿sabéis los famosos carros en los que te sientas y te llevan corriendo o en bici? No lo había visto hasta ahora, pero ahí estaban. No van corriendo, van en bici, pero en cualquier caso tiene pinta de ser duro...
El templo del cielo resultó ser bastante parecido en todos los aspectos. Pero eso es otra historia que será contada en otra ocasión...
¡Feliz día!
树诗雨
Tenéis más fotos en facebook. Uníos en "me gusta" de Historia de una estudiante en China ^__^
miércoles, 4 de agosto de 2010
La ciudad sin ley
martes, 27 de julio de 2010
Adaptándose a lo nuevo
Finalmente fuimos al mercado de elctrónica. Está a 3km de aquí así que decidimos coger un taxi entre cuatro. Estábamos reunidos una compañera española, de Asturias; otro español, valenciano; un chico ruso de ascendencia coreana muy divertido que se conocía la geografía española gracias a los equipos de futbol, y yo. El taxi lo pagaron los dos chicos con el pretexto de que la vuelta la pagaríamos nosotras, aunque terminamos por volver en metro. Les costó 26元 y noté un dato curioso en la diferencia entre los taxis de aquí y los de España. Aquí el taxi cobra por kilómetros, no por minutos, así que en las paradas largas típicas en las que uno se muerde las uñas mirando como el taxímetro sigue andando y, de hecho, parece ir más rápido, aquí uno puede relajarse y pensar en sus cosas. Otra cosa curiosa que advertí sobre los taxis es que hay muchos taxis sin licencia. Cuando salíamos del centro de electrónica varias personas con el coche parado y las puertas abiertas nos ofrecieron llevarnos. A mi me dio un poco de miedo, la verdad. Supongo que realmente hay gente que prefiere ahorrarse un par de kuai (快 es la forma habitual de nombrar a los yuanes) y viajar en un taxi sin licencia. Yo personalmente preferiría ir andando… Pero no os fiéis de mi criterio pues de precavida a veces me paso a paranoica, jamás he usado un taxi como éstos y deduzco que si existen es porque hay gente que los usa sin problemas.
La zona a la que llegamos me gustó mucho y suponía un ligero contraste con la zona en la que vivimos. Había una serie de edificios “modernos” (que es como llamo yo a lo nuevo o futurista) al estilo de wallstreet. Carteles luminosos, estructuras de gran altura, mucha gente y, en general, un ambiente futurista. Pero por dentro el mercado no era lo que parecía. Supongo que todos habréis oído hablar del espíritu emprendedor de los chinos. Pasáramos por donde pasáramos nos asaltaban miles de voces llamándonos, supongo, a acercarnos a sus puestos. Andábamos buscando un diccionario electrónico que para estudiar chino puede ser más que práctico, necesario. También contaba con que aquellos aparatos contaran con garantía y otras ventajas que tenemos en España pero lo cierto es que ese mercado estaba para regatear. Aprendí más de regateo que en toda mi vida. Por fortuna los dos juerguistas (el español y el ruso) tenían mucha práctica en el asunto y me lo pasé genial con ellos. Además el ruso (le llamamos así, Ruso, aunque se llama Bladimir) le echaba muchísima cara. Nos ofrecían un diccionario de éstos por 1500元 y empezamos diciendo mi frase favorita del chino “tai gui le”, es decir, demasiado caro. Pero nosotros bajábamos a 1000元 porque íbamos con un poco de apuro, el ruso ponía cara seria y decía que ni hablar y marcaba en la calculadora 400元 XDDDD Pues no os creáis que íba mal el chico, en un puesto en el que finalmente nos marchamos porque ya nos parecía mal regatear si no íbamos a comprar, la chica nos persiguió con la calculadora en la que nos lo ofrecía ¡por 450元!
Finalmente salimos del mercado con las manos vacías y el dinero en los bolsillos, por fortuna, porque tengo entendido que en estos sitios, al ser todo tan barato, se pierde el dinero sin darse uno ni cuenta. A la salida yo insistí en comprarme una tarjeta para el móvil. Hasta la fecha no lo había hecho porque pensaba que era como en España y que si me iba con una compañía me saldría más barato pero me aclararon que aquí todos los móviles están liberados. Me hice de China telecom (creo…) y por 100元 ya tenía mi tarjeta del móvil con 50元 de saldo. Dato curioso, los móviles que contienen el número 4 salen más baratos porque los chinos creen que da mala suerte.
El metro de Pekín mola un montón. Es bastante parecido cualquier metro europeo aunque las diferencias están muy marcadas. Por ejemplo, el billete es como una tarjeta de plástico duro que hay que devolver a la salida, hay que pasar las mochilas por un pequeño control de seguridad y las vías están separadas del andén por unas cristaleras que sólo se abren cuando llega el tren.
Mis compañeros hablaban de salir por la noche por Sanlitun. Os preguntaréis, ¿Sanlitún es una zona de fiesta de Pekín? Bueno, siento decepcionaros, amigos míos pero Sanlitún es LA zona de fiesta de Pekín XD ¿Qué esperabais, una Moncloa, los bajos de Argüelles, Malasaña, Lavapies y demás? Parece ser que una ciudad grande no implica tener zonas muy diferentes. Por lo que me han contado, ésta LA zona de marcha es estilo western, es decir, muy nuestra y debe de estar plagada de extranjeros. Probablemente sea el único sitio donde uno pueda manejarse sin problemas en inglés, os lo contaré si algún día decido salir de marcha.
El domingo fue un día tranquilo. Aprovechando que no abren las tiendas nos quedamos en el campus estudiando y descansando de la paliza que supuso la visita a la Gran Muralla. Aquella noche de domingo sí que debí salir de fiesta. Acontecimientos inoportunos y personales me llevaron a pasar una noche terrible que en nada tenía que envidiar a mis días de gastroenteritis. Las pocas horas de sueño y los desagradables sucesos matutinos (vómitos) impidieron que aguantara las 4 horas de clase. La propia profesora me mandó a la cama al ver mi palidez. Pasé gran parte del día durmiendo y por la tarde que ya me encontraba mucho mejor, tras tomar un buen plato de arroz sin nada que me sentó de maravilla (no como a quienes me rodeaban que lo miraban con horror –para los chinos el arroz no es comida, es como el pan para nosotros, un acompañante), quedé con la compañera rusa trilingüe para que me explicara lo que habían aprendido. Estudiar juntas resultó ser una buena idea y tenemos pensado seguir haciéndolo diariamente pues resulta muy productivo. Además me invitaron ella y sus colegas a ir con ellos a hacer turismo. Sus colegas están todos en nivel C que es el más alto y por lo visto siempre hablan inglés y chino así que ¡GENIAL!
La clase del martes 27 ha sido muy interesante, al menos la mitad de la clase. Tenemos una profesora muy buena y una muy mala. La buena hace que sintamos que hemos avanzado una barbaridad porque, de hecho, yo noto los resultados en el día cuando salgo a comprar o lo que sea. La mala es terrible. Sólo habla chino, cosa buena, pero lo habla a una velocidad que ni los del grupo C. No enterarse de nada no siempre es bueno. Nosotros necesitamos tiempo para realizar 3 procesos: 1, escuchar y descifrar lo que se nos dice, 2 traducirlo mentalmente, 3 contestar a las preguntas. Ésta mujer no da tiempo. Y al final de lo rápido que iba nadie se ha enterado de nada. Además la mujer se extendía más allá del horario y no salimos hasta 10 minutos después de que sonara la campana. Yo he tenido que hacer tremendos esfuerzos para no recaer en morderme las uñas y solo tenia una idea clara en mi mente “que se calle, por favor, que se calle”. Os juro que llegado un punto en el que asumí que no podía enteder nada de lo que me decía, sólo oía un ruido estridente y chirriante. Por si alguien me va a aconsejar que hablemos con la profesora ya lo digo: lo hicimos después de la primera hora con ella y no sirvió de nada.
Hoy íbamos a ir al Templo del Cielo. Yo tenía muchísimas ganas pero aún me duran los efectos del malestar así que me he quedado en la habitación dando vueltas en la cama, estudiando y moxándome. Para los que no sepáis lo que es moxar, es un remedio de medicina china que consiste en prender una barra de moxa (originalmente artemisa, la que yo uso no sé muy bien de qué es) y acercarlo al cuerpo para calentar puntos concretos de acupuntura. No os asustéis, no me he quemado la piel, nunca me la quemo.
Así que mañana más clases y, si por fin estoy bien del todo, ¡AL PALACIO DE VERANO! Pero eso es otra historia que contaré otro día.
¡Feliz día!
树诗雨
*NOTA>COLGARÉ FOTOS EN UN FUTURO PRÓXIMO